En este artículo quiero compartir contigo la exploración de una de las “Diferenciaciones claves de la Comunicación Noviolenta”: Cambiar de perspectiva / hacer concesiones.
Lo haré a partir de una situación personal para que veas un ejemplo y te propondré una práctica para que hagas tú.
Hace unos días, mi hijo Pau, de 13 años, vino todo entusiasmado a explicarme que un acompañante de su proyecto y un amigo, le habían recomendado un programa para hacer ritmos en el ordenador.
Hago un inciso aquí para confesar que yo, cada vez que oigo algo parecido a “instalar un programa, aplicación etc.”, noto como mi cuerpo se cierra y se pone en alerta. Una serie de pensamientos apocalípticos tipo; “ya verás, no habrá quien lo despegue de la pantalla, será una lucha más, estará de molinete con esto y luego querrá la versión de pago y vuelta a dedicarle energía a esto…!!!”, me hacen saltar todo tipo de alarmas.
A la vez, una parte de mí, que se viene trabajando con la CNV, dice con amor y fuerza: “conectar antes que educar”.
Pero como en ese momento necesitaba auto empatía para poder abrir mi corazón, opté por hacer una concesión.
Intenté poner cara de curiosidad, relajar los músculos de la cara y le dije: Me llega que estás con muchas ganas de probarlo y como sabes que a mí estos temas me despiertan muchos miedos y ahora mismo necesito un tiempo para reflexionar y darme empatía, te propongo que lo pruebes un par de días y el lunes volvemos a hablarlo, ¿te parece?
Claro que le pareció, acostumbrado a que le diga que NO o SÍ con un montón de “peros”, ¡estuvo encantado con el voto de confianza, con la libertad y el buen rollo!
Y durante esos dos días, mientras estaba atenta a si él pasaba mucho más tiempo en el ordenador sin estresarme, aproveché para:
PROCESO DE AUTOEMPATÍA
- Sacar todos mis chacales y escucharlos muy atentamente para ver de qué necesidades me hablaban. Aunque la mayoría eran sobre el miedo, habían también de rabia.
ej.: ¡Estoy hasta el moño de lidiar con los temas del ordenador con lo poco que me gusta a mí! (Necesidad de facilidad, armonía, empatía).
¡XXX de tecnología. ¡Me voy a vivir al bosque! (Necesidades: ligereza, coherencia, tranquilidad, seguridad)
Ya verás que cuando no entienda algo lo buscará en internet y tendré que estar aún más pendiente de a ver por dónde navega (Necesidades: cuidado suyo y mío, confianza)
Y bueno, eres una campeona, esta vez te has aguantado y lo has hecho diferente (Necesidades cubiertas: evolución, reconocimiento, armonía, confianza)
Ya ves que los juicios, como te comenté en este artículo, también son mensajeros de necesidades.
2. Acoger mis sentimientos y sensaciones corporales, validar con cariño, sin intentar cambiar nada.
ej.: tensión, miedo, cansancio, frustración, enfado, tristeza, hartazgo. Y también esperanzada y orgullosa de mí misma.
Necesidades: facilidad, cuidado, empatía, tranquilidad, relajación, apoyo, confianza, conexión. Y como cubiertas: evolución, optimismo, esperanza, cambio.
3. Reunir todas las necesidades que habían salido, ver si había más y luego, leerlas detenidamente, viendo qué tan importante era cada una para mí, aceptándolas. Lloré por algunas que tanto me cuesta satisfacer con la maternidad. Celebré muchísimo las cubiertas y me abracé bien fuerte.
4. Comprobé que estaba mucho más tranquila y con ganas de hablar con Pau. Me di las gracias por todo el proceso. No quise pensar estrategias porque quería ir sin ideas previas para poder atender este asunto de una manera alineada con las necesidades de ambxs. ¡Me sentía con confianza para hacerlo!
Cuando nos reencontramos, él me preguntó si podía enseñarme “lo fantástico” que era el programa y las cosas que había prendido. Con mucho entusiasmo me mostró los ritmos que había creado, me preguntó mi opinión, juntos valoramos si algunos quedaban bien juntos… Y aunque a mí no me gustaba especialmente la actividad en sí, disfrutaba tanto de la conexión, de compartir el momento con él, que me relajé y pude abrir mi corazón. Le miré e intenté adivinar qué necesidades estaba cubriendo él con esa actividad. Me salieron unas cuantas: diversión, juego, aprendizaje, superación, creatividad, facilidad, relajación, tranquilidad. ¡Se le veía tan feliz y atento!
Quise chequear con él estas necesidades y le pregunté directamente. ( En nuestra familia estamos muy acostumbradas a la jerga CNV. Si no es vuestro caso, le puedes decir algo como: Parece que te lo pasas genial y que estás aprendiendo un montón, ¿no?. Me parece que este programa te hace aprender y ser muy creativo, ¿verdad? ...)
Me las confirmo todas y además me dijo que era genial poder enseñármelo, compartir conmigo... Celebramos juntxs ese momento de conexión en un triángulo HIJO-PANTALLA-MADRE, que normalmente nos trae confrontación.
Y desde ese punto, de relajación, confianza y conexión, me di cuenta de que había cambiado de perspectiva. Había no solo entendido sus necesidades (que ya me las sé de memoria), sino que les había abierto mi corazón.
Desde ahí, le hice una propuesta concreta para que el pudiese disfrutar del programa y quedarme yo tranquila y aceptó encantado. Y la verdad es que, por primera vez, está cumpliendo con este acuerdo y sin que yo le tenga que ir detrás.
Me siento súper agradecida por todo el aprendizaje y por la conexión.
Espero que nuestro ejemplo te haya motivado a probar y practicar tú. Te animo a no escoger el temazo de tu vida, empieza por algo medio o bajo. Te recomiendo usar los listados:
listados sentimientos y necesidades
llistats sentiments i necessitats
- Piensa en una vivencia parecida a la mía. Algo que te molesta de alguien, puede ser un hábito o costumbre. También sirve una petición que te han hecho y tienes resistencias…
- Describe la situación de manera objetiva, sin poner de tu cosecha propia.
- Saca todos tus chacales y escúchalos muy atentamente para ver de qué necesidades te hablaban.
- Acoge tus sentimientos y sensaciones corporales, valida con cariño, sin intentar cambiar nada.
- Reúne todas las necesidades que hayan salido, mira si hay más y luego, leerlas detenidamente, viendo qué tan importante son cada una para ti, aceptándolas. Puedes dibujarlas, llorarlas, celebrarlas… lo que et salga.
- Cuando notes que estás en otro punto, puedes ir a hablar directamente con la persona e intentar ver qué necesidades está cubriendo o quiere cubrir con eso que a ti te molesta. O también puedes tratar de imaginártelas ahora y apuntarlas.
7. Observa sus necesidades, ¿puedes ver su universalidad?, ¿las puedes reconocer en ti? Desvincúlalas, por un momento de esa acción concreta y contempla su valor. ¿Puedes entender que esa persona las quiera cubrir? ¿Puedes conectar con que son válidas y legítimas? Si es SÍ, estás empatizando y abriendo tu corazón a sus necesidades. (¡¡¡Enhorabuena!!!)
8. Vuelve a pensar en aquella que te molesta. ¿Te sigue molestando o generando la misma resistencia cuando lo ves como una manera de cubrir esas necesidades?
9. Des de ahí, ¿notas un cambio de perspectiva?, ¿crees que ahora lo ves diferente? Si hay una “negociación” o charla pendiente, ¿crees que puedes hablarle incluyendo las necesidades de ambxs?
Confío en que la respuesta sea de nuevo SÍ y si es que NO, te animo a que vuelvas a conectar con tus necesidades y repitas el proceso.
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