En CNV, hablamos de las “dos caras del duelo: la pérdida y la gratitud”

 

En el post de hoy de Practicando la Comunicación No Violenta, Francina Balagué, creadora del JECO, el juego de la comunicación no violenta,  y facilitadora de cnv, nos habla de cómo podemos encarar el duelo, poniendo varios ejemplos propios. Disfruta del fantástico post y danos tu opinión.

 

El 12 de mayo era el aniversario de mi padre y el 6 de junio, hará 4 años que murió… Me resulta inevitable, en esta latencia de tiempo, no estar mucho más conectada con el duelo por su muerte.
En CNV, hablamos de las “dos caras del duelo: la pérdida y la gratitud”
Adiós a todo aquello que echamos de menos y que ya anticipamos que echaremos de menos; contacto, cariño, apoyo, juego, amor incondicional, comprensión, escucha, presencia..
y Gracias por todo lo que ha aportado a mi vida mientras estaba conmigo: (y, aquí, después de repasar recuerdos, conecto con mis necesidades y veo que lo que más sentido tiene es hacer un “ copia/pega”): contacto, cariño, apoyo, juego, amor incondicional, comprensión, escucha, presencia..
No sé a ti, pero a mí sí me sirve conectar con esta gratitud y no quedarme enganchada en la pena, la tristeza, el enfado por la pérdida. Y no se trata de no dejar un espacio, tan amplio como se necesite, al Adiós. Podemos recrearnos tanto como haga falta en él, llorarlo, gritarlo…
Se trata de abrazar, también, la gratitud y la celebración por lo que sí hemos tenido, de hacer un homenaje a todo aquello que es digno de ser celebrado y agradecido.
A mi, hacer ésto me sienta realmente bien, me conecta por un lado con la necesidad de justicia (entendiéndola como una mirada amplia e INCLUSIVA), también con la de evolución y crecimiento personal, con la de autorresponsabilidad, con la de bienestar, de calma, harmonía. Mientras voy escribiendo, sintiendo, conectando, mi estado de ánimo se va transformando...he empezado este artículo con mucha pena y los ojos empañados y ahora me siento emocionada, tranquila, todo va cobrando sentido…
He compartido un duelo de los que podríamos llamar grandes, la muerte del padre porque está muy vivo en mi. Pero podía haber escogido cualquier otro… nuestras vidas están llenas de duelos más o menos intensos y ésto me lo enseñan y recuerdan a diario mis hijes. Por lo menos tres veces al día, hacen duelo por algo y digo hacen pero podría poner “hacemos” .... a ver si te suenan:
*por algo tenemos y ya no está o no está igual (roturas, extravíos, prestamos y compartires obligados)
*por una ilusión o deseo muy grande que parece que se iba a cumplir y al final no ha sido así (ir a algún sitio con alguien, recibir un mensaje, ver una peli…)
*por algo que estaba viviendo y se ve interrumpido
*por una despedida no deseada
Y estos solo son algunos ejemplos, seguro que se te ocurren más. Continuamente estamos despidiéndonos de gente, ilusiones, objetos, seres vivos, lugares… Y estas renuncias, nos causan malestar. Poder acoger estas emociones desagradables es muy importante, nos ayuda a vaciar la mochila. Ver y honrar que necesidades se quedaron por cubrir y empatizar con ellas, nos ayuda a hacer limpio y a mirar de encontrar nuevas estrategias para satisfacerlas. Y si además podemos celebrar y agradecer lo vivido, soñado por las necesidades que cubrimos con ello, es más que probable que nuestro estado anímico y nuestra salud emocional mejore mucho. Más aún cuando esto no es un acto puntual sino que lo cogemos como una práctica habitual.
La comunicación no violenta nos ofrece múltiples herramientas para el bienestar (nuestro y de las demás) y solo practicando es como aprenderemos a utilizarlas e integrarlas en nuestras vidas.
Te invito a que cuando el duelo caiga en tus manos, mires el reverso de la moneda.☯️

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