¿Qué hago con la rabia? Trabajarla mediante la comunicación noviolenta
En este artículo os resumo los 4 pasos que Marshall Rosemberg propone para trabajar con la rabia y ver “su sorprendete propósito”
Hoy empiezo este artículo muy rabiosa, si me permitiera escribir sin filtros, diría que estoy cabreada, ¡muy cabreada!
Para quién sienta curiosidad, os explico la situación, intentando omitir juicios y dando datos objetivos, así aprovechamos para ir practicando CNV
Observación (estímulo) ¿Qué ha pasado?
“Hace unas semanas pedí por correo unos dados de madera para el JECO. Aprovechando una oferta, compré 50 unidades, inviertiendo, lo que para mí, es una suma importante de dinero.
La empresa equivocó mi dirección y el pedido nunca llegó. Por fin descubrí que estaba en otra comunidad autónoma y a día de hoy, no ha habido manera de poder cambiar esa dirección y recibir mi pedido. Tras más de veinte intentos por chat y unas 12 llamadas, pude cursar una disputa a la que me han respuesto diciendo que el proceso se ha cerrado y que como yo no he reclamado, me devuelven 0€.
Cuando intento reclamar de nuevo, se repite una vez más, el que me envíen a páginas que no se cargan o que se quedan colgadas.
He calculado que he invertido más de 8h mías y alguna de mi pareja, intentando solucionarlo”.
Hasta aquí la observación: libre de juicios (faltarían muchos más detalles pero he preferido sintetizar)
Con ésto hemos visto cúal ha sido el estímulo que es el 1.er paso.
Ahora, según el proceso propuesto por Marshall Rosenberg, viene descubrir LA CAUSA, que está provocando mi rabia.
Algunas diréis, “pues si ya lo has explicado en la OBSERVACIÓN”… pero, lo que ha pasado, no es lo que me causa rabia, eso es el ESTÍMULO. Lo que está provocando mi rabia, no son los hechos, sino los pensamientos que me generan estos hechos.
Ver esta diferencia, es el 2.o paso: ser conscientes de que el estímulo que desencadena nuestra rabia NO es la causa.
Yo estoy rabiosa porque ante esta situación me digo: 🦊fuera
“ Son unos ladrones y unos estafadores, menuda verguenza, es la primera y última vez que les compro nada. Es que es imposible comunicarse con ellos, ¡¡¡¡XXXXX de máquinas!!!, no hay manera de poder hablar con una persona y las malditas páginas que se cuelgan todo el rato!! ¡¡¡Estoy hasta XXXXX de escribir la misma historia y que todos pasen de mí!!! Como si yo no tuviese nada mejor que hacer que discutirme con una XXX de máquina que va cambiando de nombre todo el rato.
¡AHHHH!!!!!! Quiero mi dinero y olvidarme ya de todos estos XXXXXX”
(las XXX son insultos y palabras que prefiero no escribir)
Y a ver, tengo todo el derecho a decir ésto, a cabrearme y desahogarme, es más, soltar toda esta jauría de chacales me ha sentado genial. Estoy más tranquila.
Lo que te quiero explicar es que, según la CNV, hay más maneras de valorar los estímulos.
La que me ha salido, esta vez a mí, es consecuencia de pensar en los errores que cometen los demás, de enjuiciarlos. Las demás las veremos en el siguiente artículo.
Vamos hacia el tercer paso que es mi preferido porque aquí es cuando puedo empezar a cambiar la situación y mi estado anímico.
3.er paso: ver qué necesidades se esconden detrás de los juicios.
- de escucha (siento desesperación y enfado)
- de comprensión (me frustra que no llegue mi mensaje y me pregunten lo mismo cada vez y me siento confusa, no entiendo por qué es tan difícil solucionar ésto)
- de avanzar/resolver/ eficiencia (me siento muy inquieta con la incertidumbre y este atasco)
- de tranquilidad y descanso (estoy muy harta y cansada)
- de seguridad económica (me preocupa)
- de autonomía sobre mi tiempo y mi dinero (me siento nerviosa y molesta )
- de confianza (estoy en alerta)
En general están todas muy relacionadas, he marcado en negrita las más fuertes.
Leerlas y conectar con ellas, me ha permitido que afloren otros sentimientos que estaban tapados por la rabia.
La verdad es que exponiéndolo así, (a mí me ayuda mucho ponerle palabras, soy muy verbal…), me doy cuenta de que ya no siento rabia, más bien estoy cansada, triste y con un poco de preocupación.
Veo todo lo que es importante para mí y ¡ me dan ganas de darme un abrazo!
Ahora pasaríamos al 4o paso: expresar a la otra persona qué ha pasado, cómo me siento, qué necesidades son importantes para mí en esta situación y hacerle una petición (también puedo hacerme peticiones a mi o a otra persona externa).
En mi caso aunque no hay otra persona, voy a probar de escribir un mensaje, te lo comparto para ver si te sirve de ejemplo.
Hola,
Quería exponer la situación actual respecto al pedido 11111111.
Mi paquete, puede comprobarlo usted misma, no está en mi oficina de correos local como ustedes me dicen.
Está en una oficina de-- de la Coruña. Y está ahí porque alguien, que no soy yo, equivocó mi dirección.
Me costó mucho averiguar que mi paquete estaba en dicha oficina y cuando contacté con esta oficina me dijeron, como ya les he explicado a ustedes y al vendedor, que para poner mi dirección y enviármelo tiene que hacerlo QUIEN LO ENVIA, que yo no puedo.
Realmente me siento cansada, preocupada y nerviosa con esta situación. Me gustaría poder confiar en que resolverán esta situación de la que yo no tengo ninguna responsabilidad porque yo puse bien mi dirección y pagué el importe.
Por favor deme una solución real o devuélvanme mi dinero para que pueda quedarme tranquila y pueda confiar de nuevo en su empresa.
Espero que esta explicación y ejemplo propio te sirva para practicar con tus situaciones.
Y si sientes rabia, tienes chacales aullando en tu cabeza y necesitas ayuda para transformarla en algo valioso, no dudes en contactar conmigo.
Me encantará leer vuestros comentarios.
**Con la foto he querido contestar de forma visual a la pregunta del artículo: cuando estoy rabiosa, miro y escucho atentamente a mi gran chacal, mi rabia, la sostengo con todo mi amor, cuidado y atención para que pueda desahogarse sin dañar a nadie y después hago todo el proceso de los 4 pasos.
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