La Comunicación No Violenta en Madrid


Madrid, como sucede en otras grandes ciudades del mundo, suelen ser espacios de concentración, protestas, manifestaciones, que en algunas ocasiones, acaban derivando en violencia, ya sea por el lado de unos o de otros, pero es lástima que en muchas ocasiones, como también sucede en el plano político, o social, no impere un diálogo cordial desde la empatía y la asertividad. La Comunicación No Violenta en Madrid, como en cualquier otro lugar del mundo, es fundamental que se pudiera enseñar desde las escuelas, desde la infancia, para incorporar las técnicas de la CNV desde pequeñas a nuestro modo de hablar, de pensar, de actuar... Es por ello que nació la plataforma Practicando La Comunicación No Violenta, para poder formar en CNV mediante nuestros talleres online de Comunicación No Violenta estas técnicas tan importantes que nos harían la vida más fácil, más alegra, más tranquila, y sobretodo, que nos conectaría con los sentimientos y necesidades, las propias y la de las demás. Si quieres formarte en Comunicación No Violenta, rellena el siguiente formulario y nos pondremos en contacto contigo a la mayor brevedad posible para ver si hay plazas libres en las próximas sesiones de CNV.

 

La comunicación no violenta: el lenguaje que une personas

 

La comunicación no violenta une puentes, facilita la convivencia y crea entornos más saludables. Ahora bien, aun sabiendo que esta es la piedra angular para nuestras relaciones, sigue siendo nuestra asignatura pendiente. ¿La razón? Lo creamos o no muchos de nosotros aún no nos comunicamos con efectividad y con asertividad.

 

A menudo, establecemos diálogos donde solo buscamos un único objetivo: tener razón. Demostrar nuestra verdad, posicionarnos y que la otra persona asuma nuestra perspectiva es a veces una clara necesidad. Otro ejemplo, a veces no comunicamos con efectividad porque no sabemos escuchar. Nos limitamos a responder pero no a atender, a establecer esa energía sabia y fluida donde la información va y viene, donde hay empatía, respeto y apertura.

 

La comunicación no violenta, el lenguaje de la vida que no todos dominan

 

Marshall Rosenberg fue un psicólogo conocido por desarrollar a lo largo de los años 80 y 90 lo que hoy conocemos como “comunicación no violenta”. Se trata de una serie de intercambios donde las personas son capaces de ofrecerse información sin generar conflictos o diferencias.

 

Es lo que el propio Rosenberg denominó “el lenguaje de la vida”. Un tipo de comunicación donde poder dar y recibir de una manera compasiva, ahí donde en medio de ese intercambio de mensajes se emite también una impronta de felicidad que reemplaza a la violencia y el sufrimiento. El mensaje, la idea, no deja sin duda de ser esperanzadora y positiva. Sin embargo, en nuestro día a día solemos encontrarnos las siguientes dinámicas:

 

 

 

    Personas que no escuchan y que solo tienen en cuenta su propia perspectiva.

 

    Perfiles que usan el lenguaje como forma de manipulación.

 

    Limitaciones para expresar sus emociones de forma inteligente.

 

    Falta de asertividad.

 

    Proyección en el interlocutor de las propias frustraciones a través del lenguaje.

 

 

 

¿Por qué entrenarnos en comunicación no violenta?

 

 

 

Educarnos en comunicación no violenta es entrenarnos para la vida. Es permitirnos poner a nuestra disposición la mejor herramienta de la que dispone el ser humano: el lenguaje. Así, si dominas el arte de la palabra expresada mediante una adecuada inteligencia emocional, pondrás el éxito y la felicidad siempre a tu favor.

 

 

 

    Este tipo de comunicación nos permite librarnos de los juicios de valor que impregnan muchos de nuestros pensamientos. De este modo, si somos capaces de dejar de etiquetar a las personas, crearemos diálogos más enriquecedores y respetuosos.

 

    Nos comunicaremos de forma más responsable. Respetaremos al otro, pero también nos respetaremos a nosotros mismos.

 

    Nos daremos cuenta además de esas necesidades no satisfechas que a veces, se esconden detrás del lenguaje. El miedo o la baja autoestima, por ejemplo, conducen a muchas personas a mostrar cierta agresividad en su comunicación, así como patrones de manipulación.

 

    Asimismo, la comunicación no violenta nos permite usar un lenguaje siempre positivo y sano. De este modo estrechamos lazos, creamos escenarios más empáticos y cercanos para potenciar el capital humano.

 

    Aprenderemos a resolver conflictos.

 

    Lograremos hacer peticiones de forma genuina.

 

    Desarrollaremos habilidades de escucha, asertividad y compresión.