La Wisher atiende a una comercial con dificultades

Valeria (nombre ficticio), comercial de una empresa tecnológica, llevaba meses con dificultades para llegar a objetivos, sus números estaban por debajo de la media y su superiora le llamó la atención. 

 

Como trabajadora, tenía falta de autoconfianza, mostraba altos y bajos en su estado de ánimo dependiendo de cómo iba su facturación mensual, que la bloqueaban emocionalmente y no le permitían actuar con decisión y diligencia, dificultades para gestionar bien el tiempo y organizarse y solía quejarse a sus compañerxs del gran volumen de trabajo que les dan en relación a su horario y de que “les presionan y aprietan mucho desde arriba”.

 

Sus quejas y malestar no sólo provocaban pérdida de concentración y de tiempo en sus compañerxs sino que, a menudo, tenían un efecto expansivo y contagiaban al resto del equipo.

 

Dado que varias veces se le habían propuesto estructuras de organización para ayudarla y no habían funcionado, Valeria fue derivada a mis servicios como wisher.

 

Te cuento cómo fue el proceso por si tienes algún empleado con este perfil y quieres ayudarle, porque, a parte de muy gratificante y enriquecedor para ambas, el cambio en Valeria ha sido espectacular.

 

Empecé las primeras sesiones dándole empatía para que ella se colmara de escucha y para ir traduciendo juicios en observaciones, en sentimientos y necesidades. Con la ayuda de reflejos, fui validando sus sentimientos y necesidades en todo momento, sin juzgarla y enseguida el nivel de bloqueo y malestar fue bajando y pudo conectar con lo que era importante para ella. 

 

Salieron necesidades de respeto por el ritmo, descanso, apoyo, libertad, empatía, reconocimiento, ser valorada, avanzar, eficiencia, evolución, calma, equilibrio,  autoconfianza, compartir, estabilidad y seguridad.

 

Sin que yo le dijera nada, se dio cuenta de que las acciones/estrategias que escogía y repetía mes a mes, no le estaban funcionando ni para llegar a sus objetivos laborales ni para sentirse bien. 

 

Hicimos listas de las estrategias que sí funcionaba y de las que no.

 

Exploramos juntas por qué, a pesar de pedir consejos, luego no los seguía, vimos qué necesidades intentaba cubrir al seguir con esas dinámicas que no funcionaban casi nunca y pudimos encontrar fórmulas más eficientes para cubrir necesidades. Después de recibir empatía, pudo conectar con el agradecimiento de estar recibiendo este apoyo y con las ganas de cambiar y contribuir.

Hablamos de su responsabilidad hacia la empresa y hacia su bienestar emocional y le ofrecí y practicamos herramientas de gestión emocional para poder hacer frente a posibles bloqueos y altibajos. En las sesiones trabajamos la higiene emocional, la auto empatía, el aprender a pausar y serenarse y todo este trabajo tuvo un efecto muy empoderante en ella.

 

Sesión a sesión, el tiempo que necesitaba de escucha empática era menor y podíamos enfocarnos en practicar las nuevas herramientas y también hacer balance sobre los resultados de las nuevas estrategias para reajustar si era necesario.

Valeria aprendió también a celebrar sus logros poniendo conciencia en lo que había hecho y lo que no para que se dieran y se dio cuenta que su lista de necesidades había cambiado, que ahora tenía vivas las necesidades de superación personal, aprendizaje, contribución y eso le produjo una gran motivación.

 

En un par de meses pasamos de tener a una trabajadora frustrada y con resultados más bien bajos, a una compañera motivada, contenta que incluso anima y apoya a sus compañerxs y con resultados cada vez más satisfactorios a nivel de objetivos. 

 

¿Qué más se puede pedir? Personalmente me siento muy feliz por ella y celebro el poder ayudar a brillar de nuevo a personas que, como Valeria, están pasando un mal momento.

 

Casos como el de Valeria, es el pan de todos los días en la mayoría de las empresas y poder contar con una Wisher, da a lxs trabajadorxs una tranquilidad y un apoyo inestimable.

 

Si te ha gustado este artículo y quieres lo mismo para tu empresa/equipo, contacta con nosotrxs.

 

Que tengas un feliz día, Franzina

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