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Construyendo puentes de empatía: gestión emocional y CNV para jóvenes

Por fin encuentro el espacio para hablarte del taller de jóvenes que hicimos en julio: “Construyendo puentes de empatía; gestión emocional y CNV para jóvenes”, una experiencia que me encantó por todo lo que nos aportó, como verás y que tenía muchas ganas de compartir.

 

Hacía tiempo que iba detrás de encontrar la manera de ofrecer a mi hijo adolescente y a sus amigxs, un espacio entre iguales donde vivenciar la CNV de manera muy lúdica y fuera de, en nuestro caso, la rutina familiar. Quería que fuese lo suficientemente largo para poder afianzar aprendizajes des de la experiencia y que los pudieran aplicar en sus relaciones. Y, preparando las propuestas de verano, se me ocurrió hacer un intensivo.

 

Fue un taller de una semana:  5 mañanas, 3’5h por día y acertamos con el número de horas, con el de días…la verdad es que hubiésemos seguido y de echo seguiremos con encuentros mensuales, durante el curso escolar, hasta que podamos repetir la experiencia en verano porque nos encantó!

 

 Tener la oportunidad de trabajar tantas horas juntas y seguidas con ellxs nos daba tiempo para todo lo que queríamos; para expresar cómo veníamos y cómo nos íbamos, acoger los procesos que salían, hacer un rato de descanso y juego libre, solventar dudas…

 

Para poder escoger las dinámicas y cuidar del grupo, empezamos por explorar qué necesidades querían cubrir con el taller y las clasificamos según importancia e urgencia.

 

Aproveché para irles hablando sobre qué se entiende por Necesidades en CNV, del PLATO y las diferenciamos de las estrategias. Aunque, dentro del grupo, había diferentes niveles de conocimiento de la CNV, desde nada a mi hijo, fue muy fácil y enseguida le vieron mucho sentido y lo relacionaron con valores y lo diferenciaron de maneras de actuar que conocían. 

 

Hacer este listado conjunto de Necesidades, favoreció un marco de cuidado y respeto precioso, las tenían súper presentes y velaban entre todxs para contribuir a que se cubrieran, tanto las propias como las de lxs compañerxs.  Además, me sirvió como brújula para trazar la ruta del taller, elegir con más atino los juegos y quedarme tranquila en que si me equivocaba en alguna propuesta me lo dirían y podríamos explorar alternativas en términos de necesidades.

 

De hecho, cuando alguien se quejaba o decía que no quería hacer lo propuesto, acogíamos la queja y explorábamos el por qué. No dejaba que quedase en un: “yo paso” o “es un rollo”.  Le hacía un reflejo empático y buscábamos qué necesidades tenía vivas y no se cubrían con esa actividad y en la medida de lo posible, adaptábamos la dinámica. Si no se nos ocurría cómo o lxs demás sí querían y no nos poníamos de acuerdo, recurríamos a la famosa pregunta: ¿Puedo vivir con esto? y normalmente eso favorecía encontrar una solución con la que todxs salíamos ganando.

 

A diferencia de los talleres con adultxs en los que se dan espacios donde explicar más en plan teórico y aparecen muchas preguntas, con ellxs fue todo muy vivencial y práctico, no estaban para charlas, querían experimentar. Y vaya sí experimentaron… Experimentaron, la escucha, la empatía, la autoempatía, la resolución de conflictos, la compasión, la relación entre sentimientos y necesidades, cómo lidiar con las etiquetas…

 

Des de mi visión, uno de los aprendizajes más significativos fue entender el porqué de las reacciones propias y de sus madres, padres, amigxs, hermanxs, profes… en los momentos conflictivos, relacionándolos con necesidades. Recordar algunas caras de sorpresa y comprensión con las cartas de sentimientos y necesidades, expuestas encima de la mesa, me emociona y estremece porque para mí es muy esperanzador.

 

Sí, realmente me da esperanza ver a jóvenes identificando y cuidando de sus necesidades y de lxs demás, viendo los impactos de los juicios y empoderándose con el “Yo porque Yo” (yo me siento X porque necesito Y, en vez de yo me siento X porqué tú …). 

 

¿Y tú, qué opinas?, ¿puedes imaginarte un instituto o un parque lleno de adolescentes dándose empatía, escuchándose sin juzgarse ni interrumpirse, compartiendo sentimientos y necesidades?

 

 ¡Yo sí!, que tengas un feliz día, 🤗🌻 

 

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