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El perdón a nosotros mismos en la comunicación no violenta

El paso siguiente en el proceso de duelo por lo que hicimos es perdonarnos. Al dirigir la atención a aquella parte de nuestro ser que optó por actuar de la manera que condujo a la situación actual, nos preguntamos: «Cuando me comporté de la forma que ahora lamento, ¿qué necesidad propia quería satisfacer?» Creo que las personas actúan siempre al servicio de necesidades y valores. Esto es cierto tanto si la acción satisface o no la necesidad, o si es una conducta que vamos a terminar celebrando o lamentando. Si nos escuchamos con empatía, lograremos conectarnos con la necesidad subyacente. El perdonarnos se produce cuando establecemos esta conexión empática. Entonces somos capaces de reconocer que la opción que elegimos fue un intento de servir a la vida, pese a que, como el proceso de duelo nos muestra, no logró satisfacer nuestras necesidades.

Un aspecto importante de la autocompasión consiste en sostener de una manera empática dos facetas nuestras: el ser que lamenta una acción pasada y el que llevó a cabo dicha acción. El proceso de duelo por el hecho ocurrido y de perdón a nosotros mismos nos libera para aprender y crecer. Al conectarnos momento a momento con nuestras necesidades, aumentamos nuestra capacidad creadora para actuar en armonía con ellas.

El perdón a nosotros mismos en la comunicación sin violencia: la conexión con la necesidad que tratábamos de cubrir cuando hicimos lo que ahora lamentamos haber hecho.

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